Hay quien lleva su amor a la Hélade a extremos de sangre y tinta; si la mítica Piquer nos cantó la historia de aquella que se marcó el nombre (extranjero) de su marinero a fuego lento sobre su piel, mirad lo que llegan a tatuarse algunos. ¡Ay Leónidas, cuánto daño ha hecho tu μολών λάβε...!
Un caballero en Moscú y La clase de griego
Hace 1 mes